No es que sea un término recién acuñado pero sí es cierto que el intraemprendimiento es una tendencia a tener en cuenta. En una época en la que los medios no paran de hablarnos de las maravillas (y desventuras) de emprender, existe una alternativa para los que no se ven como empresarios pero sí tienen ideas con potencial para el mercado.
Los intraemprendedores son los que desarrollan sus ideas de negocio dentro de la misma empresa donde trabajan y con todos los recursos que ésta última pone a su disposición. Éstos pueden ser tanto dinero, como equipos, como tiempo de la misma jornada del trabajador a dedicar a su proyecto personal. Porque hay empresas que quieren innovar pero no saben cómo, así como hay personas con inquietudes que no podrían hacer realidad sin el apoyo de su compañía.
Cuando una organización se compromete con el intremprendimiento puede hacerlo de distintas maneras. Dando más o menos directrices al emprendedor sobre el tipo de proyecto que a ellos les convendría o, por el contrario, dejar libertad completa para que los empleados exploren sus propias ideas e investiguen cómo hacer realidad sus aspiraciones personales.
Este tipo de acuerdos pueden beneficiar mucho la relación entre la empresa y el empleado. Cuando a la plantilla se les permite crecer profesionalmente dentro del mismo puesto de trabajo tiende a aumentar la motivación y, con ello, la productividad. Por ello, el intraemprendimiento también es una eficaz táctica de employer branding, que permitirá la captación y retención de talento. A su vez, permitirá al trabajador sustituir tareas más rutinarias por cosas que le gusten más, realizarse profesionalmente y probar de desarrollar su idea con una red de seguridad.
Aunque a la vista estos pactos tienen muchas ventajas para ambas partes, hay que recordar que, al ser proyectos producidos dentro de la misma compañía, la propiedad de éstos también es suya. Con lo que sí, es muy interesante que puedas desarrollar tu idea en horario de trabajo pero “oficialmente” puede dejar de ser tuya, pasa a ser de la compañía. Dicho esto, entendemos que luego cada equipo llega a sus propios términos en cuanto a propiedad intelectual.
Algunos ejemplos
Grandes ideas proceden del intraemprendimiento. Algunas, a día de hoy, son marcas que conocemos casi independientemente de las empresas de donde salieron.
De Google sabemos que permiten e incitan a sus trabajadores para que dediquen hasta un 20% de su jornada a trabajar en sus propias iniciativas. Además, se les proporcionan los espacios necesarios para ello. De esta confluencia han nacido Google Adsense, Google News o Google Art Project.
En 3M también anima desde hace años a sus trabajadores a proponer nuevos negocios dentro de la empresa. De hecho, su producto estrella –Post-it– es uno de los primeros ejemplos de intraemprendimiento documentado, aunque su invención fuera fruto de la casualidad.
En España, Gas Natural ha creado unos galardones para reconocer los proyectos que significan un cambio dentro su negocio. Y Telefonica España abre convocatorias a menudo para que sus empleados puedan presentar ideas de negocio.
¿Y vosotros sabéis de algún caso menos conocido? Nos encantaría conocer experiencias más locales y/o de pequeñas y medianas empresas.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/
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