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viernes, 29 de septiembre de 2017

Género y ciencia: una reacción a estudiar

Por mucho que nos pese decirlo, las cosas siguen siendo así: el mundo de la ciencia, la investigación y las universidades en general pertenecen a los hombres. Históricamente y también a día de hoy. Lo decimos con datos en la mano: en España las mujeres suponen un 40% del profesorado universitario. Una diferencia notable pero no tanto como la que se encuentra en las cátedras: 80% hombres, 20% mujeres. Y cuanto a la dirección de los centros, sólo una mujer rige los destinos de alguna de las 50 universidades públicas (2%), ocho si se contabilizan las universidades privadas. Los doctores contratados, personal con contrato Ramon y Cajal y titulares de universidad están compuestos por sólo un 42%.
El 63% de los españoles cree que las mujeres no sirven para ser científicas de alto nivel, apuntaba María Jiménez, investigadora en el King’s College de Londres, en un debate organizado por la Fundación Banco Santander. Con lo que vemos que el estigma sigue presente, pero trasladado a la élite del sector.



Obviamente, no se trata de que las mujeres sean “malas” en ciencias, ni de que este cuento nos tire atrás a la hora de escoger la carrera. Precisamente, en este artículo de el diario.es se especifica que hace ya 40 años que en disciplinas como las ciencias experimentales, la mitad del alumnado es mujer. Es decir, empiezan y se titulan en carreras de ciencias pero su talento se va quedando por el camino y/o se topa directamente con el techo de cristal. Por eso en los organismos públicos de investigación hay más mujeres en la base (58%), pero la cifra va cayendo progresivamente hasta que en los cargos más altos acaban siendo sólo una de cada cuatro (25%).

Más allá de España

Aun con sus tristes resultados, España no es de los países que peor lleva este tema. Si el total de investigadoras españolas era de un 39% en 2012, la media de la UE era del 33%. Es decir, nos situamos encima de ésta. Jocelyn Bell, astrofísica que descubrió la primera radioseñal de un púlsar en 1967 (por lo que premiaron a su tutor de tesis), exponía en una conferecia TEDx Talks el porcentaje de mujeres que formaban el grueso mundial de astrónomos profesionales. Éste era un 15% de media global, mientras que países como España o Argentina contaban con un 18% y un 37% en este orden. Más atrás quedaban Alemania (10%) y Japón (6%).
La marcada desigualdad en este ámbito es algo que se viene señalando desde hace décadas. También por la propia comunidad científica. El famoso “paper” ‘Science faculty’s subtle gender biases favor male students’ hecho en la Universidad de Yale lo mostraba claramente en 2012. Un grupo de investigación hacía un estudio de doble ciego: enviaba el mismo CV a una muestra de 127 profesores de biología, química y física para una vacante como jefe de laboratorio. La única diferencia era que en algunos currículos salía un nombre femenino (64) y en los otros masculino (63). Los profesores debían evaluar los candidatos según variables como competencias, posibilidades de ser contratado, sueldo a percibir y horas de formación que podrían dedicarle. En el resultado, las aspirantes resultaron ser las evaluadas en general como menos contratables, menos capaces y se les iba a ofrecer menos horas de aprendizaje. En cuanto al sueldo, la media propuesta a las aplicaciones de los hombres fue de 30,238.10 dólares mientras que a las mujeres eran 26,507.94, lo que supone una diferencia de más de 3000 euros. Como curiosidad, las propias profesoras también puntuaron más bajo a las candidatas mujer que a los hombres, aunque cuando dieron a conocer si les “caían bien” o no, salía ganando el sector femenino. ¡Menudo premio de consolación!
A finales de los 90 se hacía otro interesante experimento en Suecia. Bajo la premisa que las mujeres son consideradas menos productivas en sus carreras científicas, los autores del informe ‘Nepotism and sexism in peer-review’ (lo del nepotismo también nos parece interesante pero tendremos que dejarlo para otro día) quisieron cuestionar el método de evaluación del MRC (Centro de Investigación Médico de Suecia). Dentro de un proceso en el que los candidatos enviaban materiales como “papers” publicados por ellos y/o en los que habían participado, los seleccionadores debían evaluar el potencial de cada uno. Los autores del estudio crearon un método científico-numérico para hacerlo, basándose en el número de “papers” e impacto de éstos (detallado en el estudio). El resultado: independientemente del impacto de sus trabajos, los candidatos hombre siempre sacaban mayor puntuación en cuanto a potencial percibido. Una mujer tendría que sacar hasta 64 puntos más en su escala de impacto para recibir la misma nota, lo que también se traducía entre 3 o 20 (según longitud y prestigio del medio) “papers” de más publicados. Todo esto, en un marco en el que Suecia era reconocida como país líder en igualdad de oportunidades por la ONU.

Reflexiones finales

Ambos estudios coinciden en una conclusión casi al pie de la letra: el talento femenino en ciencias se está desperdiciando.
Sobresalir en una carrera científica es  difícil, pero para una mujer parece casi imposible. Son unas cuantas las publicaciones dando testimonio de todos los obstáculos con los que se han encontrado a lo largo de su vida, tanto estudiando como trabajando. La misma Jocelyn Bell comparte la angustia y trato discriminatorio que recibió por ser mujer durante sus años de carrera y doctorado. Con el mismo fervor que se entrevé en el artículo “The anomaly of a woman in physics” de Evelyn Fox Keller.
Después de esta deprimente charla (secundada con datos de científicas), nos queda ofrecer un poco de esperanza. Y es que este tema ya preocupa al sector educativo. El que se hagan tantos artículos es una señal. Son muchos los programas de diversidad que se están desarrollando en universidades como Queens o Montana donde incluso existen los llamados “Defensores de la Igualdad” para velar que ésta se cumpla entre su personal y alumnado.
La Unión Europea también está financiando programas de intercambio para estudiar y promover la igualdad de género en el sector científico. Una selección de estudiantes de física son becadas para acudir a una serie de jornadas llamadas Diversity in the Cultures of Physics Summer School, que cada año (en una duración de 3 en total) se celebran en dos universidades distintas, siendo la última edición entre Barcelona y Berlín. Más acciones serán necesarias, por supuesto. La más importante será cambiar algunas preconcepciones arraigadas en la sociedad desde hace siglos. Está demostrado.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/genero-ciencia-una-reaccion-estudiar/

jueves, 28 de septiembre de 2017

Daños colaterales del turismo: las camareras de piso

El Día Mundial del Turismo es una fecha señalada por el calendario de las Naciones Unidas. Su objetivo es enfatizar el valor social, cultural, político y económico tanto para el viajero como para la región que lo recibe. A su vez, la ONU quiere aprovechar para reivindicar el turismo como una vía más para contribuir a que se puedan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
No obstante, lo que debería ser un importante motor económico, en muchos países ha acabado siendo un problema. Pues el número de visitantes que reciben cada año ha acabado siendo, irónicamente, insostenible. Por si fuera poco, en el caso de España se le añade el agravante de la masiva precarización del mercado laboral. Algo que muchas empresas del sector han aprovechado para sacar el máximo beneficio, a costa de los trabajadores.
Uno de los colectivos más afectados por dicha situación son las camareras de piso. El año pasado entrevistamos a Ernest Cañada, autor de “Las que limpian los hoteles”  y en la última edición de la revista PL, volvimos a hablar de todos los riesgos a los que se enfrentan en su trabajo diario a cambio de sueldos ya tradicionalmente miserables.

Entre las labores más comunes de las camareras de piso está la limpieza y mantenimiento de las habitaciones y espacios comunes del hotel, preparación y recogida de material de transporte, tareas de lavandería e incluso atención directa al cliente según el área funcional.
Con el incremento masivo del turismo pero sin mejora económica en el país, las trabajadoras están sufriendo una gran sobrecarga laboral debida al aumento de espacios a limpiar en un tiempo determinado. Pueden realizar su jornada a una velocidad frenética o bien tener que alargarla sin cobrar las horas extra, para cubrirlo todo. O incluso ambas cosas. Mantener este ritmo, por supuesto, perjudica directamente su salud que cada vez se verá más afectada por el cansancio y el dolor crónicos. Algunas pueden llegar a medicarse con anti-inflamatorios de por vida o tener que pasar por operaciones quirúrgicas a fin de poder seguir trabajando. El estrés, la ansiedad, depresión e insomnio también están presentes entre los efectos de esta sobrecarga.
Además, no olvidemos los riesgos ya característicos de la propia profesión.

Químicos

Trabajo con productos químicos de limpieza con un alto grado de acidez. El contacto constante con amoníaco, detergentes, disolventes o desinfectantes pueden provocar dermatitis, problemas respiratorios y quemaduras profundas.

Caídas, resbalones y tropezones

Al mismo nivel, debidas a los suelos resbaladizos o instalaciones en mal estado con grietas, moquetas con roturas o alfombras levantadas.
Al distinto nivel, al usar escaleras para limpiar objetos como lámparas o estanterías.
Las caídas pueden derivar en dolencias que van desde heridas leves hasta los esguinces y fracturas. Y, como es de suponer, tener que moverse tan rápido no ayuda a evitarlas.

Cortes, pinchazos y riesgos biológicos

Limpiar utensilios como tijeras, cuchillos, trituradoras y batidoras supone un riesgo importante. De la misma manera que los residuos de los huéspedes, tales como cuchillas de afeitar o cristales rotos. Los cortes, por su parte, conllevan riesgos biológicos al poder provocar alergias o transmitir enfermedades sanguíneas.

Lesiones músculo–esqueléticas

Se trata de uno de los riesgos más adheridos a esta profesión. La manipulación de cargas, posturas inadecuadas y movimientos repetitivos son una constante. Levantar o movilizar artículos pesados o sobrecargados como los carros de limpieza facilita adoptar posturas incorrectas y sobreesfuerzos que inducen a dolencias como lumbalgias, dorsalgias y hernias discales entre otras. Los movimientos repetitivos con las manos, a su vez, pueden ocasionar fatiga y lesiones osteo-musculares. Las operaciones más problemáticas son las que requieren inclinarse y agacharse para limpiar, fregar los cuartos de baño, cambiar la ropa de cama, aspirar alfombras y moquetas, limpiar el polvo de paredes y mobiliario y empujar los carros de limpieza de una habitación a otra.
Las lesiones músculo-esqueléticas incluyen alteraciones como mialgias, calambres, contracturas, tendinitis, roturas, esguinces y artrosis, además de atrapamientos y estiramientos de los nervios y trastornos vasculares y/o degenerativos de la columna. Y, recordemos que se trata de lesiones crónicas.

Situación de abuso

Por si fuera poco, es una industria repleta de empleos inestables. Normalmente, con contratos eventuales o a tiempo parcial. La situación de dependencia que ha generado la economía de la precariedad obliga a las trabajadoras a aceptar dichas condiciones. Además, el grueso del mercado está formado por empresas de servicios subcontratadas por hoteles; cosa que provoca el despido total o parcial de la plantilla interna de los hoteles, una rebaja en la categoría profesional de las limpiadoras y una reducción de la retribución salarial. Esta realidad también supone una merma de la fuerza sindical. CCOO y UGT igualmente, ya han denunciado hasta 50 empresas hoteleras ante la Inspección de Trabajo. Las localidades más perjudicadas en España son Baleares, Cataluña, Canarias y Comunidad Valenciana.
Aprovechamos para recordar que la Asociación las Kellys han proporcionado una plataforma para que las camareras de piso se organicen para combatir los abusos patronales juntas. Su objetivo es visibilizar los problemas que padecen las trabajadoras del sector y reivindicar sus derechos presionando a las administraciones, patronales y  centrales sindicales que haga falta.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/danos-colaterales-del-turismo-las-camareras-piso/

martes, 26 de septiembre de 2017

NOVEDADES HOSTELERIA: NUEVOS ESTAMPADOS

Buenas tardes:

Os dejamos las últimas NOVEDADES en chaquetillas de cocina con nuevos y divertidos estampados.

Diferénciate de la competencia!




Características:

  • Material: 100 % Algodón
  • Tecnología air plus

Tallas: S, M, L, XL, XXL, XXXL

Más artículos en: www.uniformesyvestuariolaboral.com




lunes, 25 de septiembre de 2017

La salud bucodental encabeza la lista de sectores sanitarios más peligrosos

Por si no había quedado lo bastante claro en esta publicación, sanidad es uno de los sectores donde más riesgos laborales existen. Somos conscientes de la ironía que representa que los vigilantes de nuestra salud sean de los profesionales que más arriesgan la suya propia.
Porque pocos otros sectores reúnen todas las clases de riesgo posibles. Es decir químicos (radiación, exposición a productos contaminantes…), físicos (cortes con material médico, aplastamiento…), biológicos (enfermedades contagiosas de los pacientes, bacterias…), ergonómicos (muchas horas en una misma posición, movilización de pacientes…) y psicosociales (estrés, fatiga mental, implicación emocional…).
Los riesgos de este sector son bien conocidos y la concienciación de la población también. Por ello, y con la intención de ir un poco más allá, El Departamento de Trabajo de EEUU (DOL) ha elaborado una clasificación en la que se recogen los trabajos más perjudiciales para la salud dentro de sanidad, ordenados por peligrosidad. Porque si ya sabemos que se trata de un colectivo que se enfrenta a una gran cantidad de amenazas días tras día, ¿por qué no competir para ver quién tiene más? En fin, que la competitividad también es tendencia.
EL DOL ha analizado hasta 974 profesiones a las que se les ha aplicado seis parámetros de riesgo: exposición a productos contaminantes; exposición a infecciones; exposición a situaciones peligrosas; exposición a radiación; riesgo de quemaduras menores, cortes, mordeduras, picaduras; y el tiempo que pasa un trabajador sentado.
El ranking, por lo tanto, queda de la siguiente manera (de menor a mayor).
Radiólogo
Técnico de medicina nuclear
Enfermero de cuidados intensivos
Técnico de  emergencia
Preparadores de equipos médicos
Técnico de laboratorio clínico
Técnico quirúrgico
Ayudante quirúrgico
Podólogo
Ayudante de anestesista
Anestesista
Enfermero anestesista
Asistente bucodental
Técnico de laboratorio dental
Dentista
Higienista dental


¿A alguien más le sorprende relativamente que los 4 primeros puestos se los lleven los profesionales del sector dental? Todos ellos concentran más peligros por el mismo motivo: los datos apuntan a que hay unos 100 millones de bacterias por mililitro de saliva, formados por unas 500-600 especies distintas. Sí, la boca es una de las partes menos higiénicas del cuerpo humano: streptococcus, lactobacillus, los hongos geotrichum y candida son algunos de los organismos que cohabitan en nuestra boca. Palabras que no forman parte de nuestro vocabulario diario; aunque muchas nos suenan a malo a los que hemos visto series de médicos. Los dientes y las encías además acumulan mucha cantidad de nutrientes que favorecen el crecimiento bacteriano.
“Bichitos” aparte, cabe recordar que los profesionales de la salud bucodental acostumbran a adoptar complicadas posturas durante horas, utilizan herramientas cortantes y/o abrasivas, productos químicos peligrosos (entre los que destacamos la anestesia) e incluso se exponen a los efectos de la radiación. Así que ya lo sabéis: a los que os merezcáis “un príncipe o un dentista”, tened en cuenta que su trabajo es de los más peligrosos del sector.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/la-salud-bucodental-encabeza-la-lista-sectores-sanitarios-mas-peligrosos/

sábado, 23 de septiembre de 2017

¿Cómo elegir un buen casco de trabajo?



Algunas de nuestras tareas profesionales pueden requerir el uso de casco para preservar nuestra seguridad. Pero, ¿vale cualquier casco?

La importancia del casco de trabajo

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales tiene publicada una guía para la selección y utilización de cascos de seguridad.
En primer lugar debemos saber que un casco de trabajo forma parte de lo que se conoce como EPI: Equipo de Protección Individual, y que sirven para prevenir al trabajador de posibles riesgos laborales, como caídas o quemaduras. Estos equipos tienen que ser proporcionados por la empresa o bien indicados de forma muy concreta y con las indicaciones específicas para su uso para que no haya ninguna duda a la hora de usarlo.
Algunas cosas a tener en cuenta:
• Es importante que el casco quede bien fijado, es decir: no debe apretar ni tampoco queda muy grande, ya que entonces se podría caer o mover. E debe limitar la presión en el cráneo y que quede bien repartido.
• El material debe adaptarse según las características del trabajo a realizar. Hay cascos que son más ligeros, otros que previenen mejor del calor o el frío, etc.
• Debemos estar atentos a posibles daños que puedan malmeter el casco: una pequeña bolladura o rascada podría influenciar mucho en nuestra protección, por lo cual si vemos que ha sufrido algún percance deberemos informar enseguida por si fuera necesario cambiarlo.
Principales elementos de un casco:
 Casquete: es la parte exterior del casco, la parte dura y lisa que cubre toda la superficie.
• Visera: no todos llevan, pero generalmente sí. La visera es la parte frontal que sirve para proteger los ojos.
• Ala: se denomina ala a todo el borde del casco que cubre el casquete.
• Arnés: son los diferentes elementos que ayudan a fijar el casco encima de la cabeza, de manera que se mantenga inmóvil y proteja en caso de golpe.
• Banda de cabeza: este elemento en realidad forma parte del arnés, ya que son los elementos que protegen la parte superior de la cabeza (por encima e los ojos).
• Banda de nuca: tal como su nombre indica, sería la parte del casco que queda en la parte posterior para proteger la nuca.
• Barboquejo: finalmente, este último elemento es opcional y sirve para “atar” y fijar el casco. Es lo que va normalmente debajo la barbilla
Un buen casco de seguridad tiene que estar bajo la normativa e la Unión Europea. La normativa indica que es obligatorio que cada casco muestre su número de referencia, la marca o identificación del fabricante, el modelo, el año y el trimestre en que se ha fabricado y la talla, que debe estar expresada en centímetros. En algunos casos, según el tipo de trabajo a desarrollar, también se debe mostrar la temperatura máxima de resistencia (tanto la más alta como la más baja), el aislamiento eléctrico y las resistencias tanto a la posible deformación lateral como las salpicaduras de metal fundido.
Fuente: https://naisa.es/blog/como-elegir-un-buen-casco-de-trabajo/

viernes, 22 de septiembre de 2017

Algunos rasgos que definen a la empresa saludable

La empresa saludable es una tendencia en boga tanto en la propia gestión de recursos humanos como en la literatura que se genera y fluye por todos lados. Mejorar la salud psico-física de los trabajadores es una buena práctica de las empresas saludables. Sin embargo, el concepto de organización saludable es más extenso. Conviene pues describir el ‘core-business’ o núcleo de la empresa saludable genérica para conocer las posibles áreas de mejora en nuestras empresas, pymes en su mayoría.



Ética empresarial

Es la condición necesaria, e implica que la empresa se haya marcado como un imperativo moral crear unas condiciones de trabajo que preserven la salud física y mental, la seguridad y el bienestar de los trabajadores. La ética empresarial se manifestará a través de:
-Cultura y liderazgo preventivos. La seguridad y la salud son valores defendidos en la organización, que movilizan, en primer lugar, a quienes ejercen funciones de liderazgo.
-Compromiso, participación y comunicación. Son los ‘ingredientes’ que llevarán a la organización a conquistar metas loables o a fracasar en el intento de  convertirse en empresa saludable. Desde la cúspide directiva hasta las bases debe existir un compromiso con el proyecto saludable, que se reforzará con la participación activa de todos los miembros de la organización, que se expresará a través de los cauces de comunicación que se hayan establecido.

Otros atributos de las empresas saludables

-‘Viveros’ de talento. El interés en el desarrollo de las personas es la mejor manera de fidelizarlas en la organización.
-Agentes de igualdad y diversidad. Admitiendo que somos diferentes, esta política primará la eliminación de barreras entre hombres y mujeres, además de integrar la variable de género en lo relativo a la seguridad y salud laboral. Dicho con ejemplos, no tienen sentido las discriminaciones salariales basadas en el género. En cambio, es razonable la prevención laboral basada en la especificidad de género: no se lesionan de la misma manera hombres y mujeres, como tampoco usarán la misma talla de camisa o de zapatos.
-Resilientes y exitosas. Las organizaciones saludables prueban la bondad de sus políticas a través del éxito de sus proyectos. En la práctica, son organizaciones con capacidad para hacer frente a los cambios, adaptándose a la incertidumbre y las situaciones de crisis. La superación de esos eventos mejora su experiencia de gestión, que se convierte en un arma estratégica de continuidad y progreso.
La OMS define la promoción de la salud como “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla”
-Modelos de buenas prácticas. Las empresas saludables impulsan el progreso con sus acciones, una especie de propaganda social a favor del cumplimiento legal por encima, incluso, de lo que establece la legislación, que busca el equilibrio entre los fines de las empresas y las personas, y que se extiende para impactar y transformar a la comunidad-sociedad circundante.

¿Por dónde empezar?

Cuando seguimos dándole vueltas a la evaluación de riesgos, que es el abc preventivo, no nos podemos plantear que la masa empresarial del país adopte perfiles completos de empresa saludable. Sin embargo, sí pueden iniciarse en lo básico –con gran potencial propagandístico- como es la promoción de la salud.
Ninguna empresa puede abstenerse: las pymes también pueden implantar modelos de empresa saludable. Empresa saludable es la que tiene entre sus objetivos ayudar a sus miembros a mantener un tono vital corporal y mental sano. La prevención y la calidad de vida laboral son posibles tanto en grandes como en pequeñas empresas. No hacer nada es la peor de las opciones, lo que provoca bajo rendimiento y absentismo laboral. La OMS define la promoción de la salud como “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla”, entendiendo la salud como “el estado completo de bienestar físico, psicológico y social, y no sólo la ausencia de enfermedad”.
Para mejorar la salud física y mental en las pymes basta con promover un estilo de vida saludable, junto a la consabida prevención de los riesgos laborales. La OMS contempla un patrón de empresa saludable a partir de indicadores como la salud y seguridad del propio espacio físico de trabajo, del medio psicosocial (incluyendo la organización del mismo), de los recursos de salud personales en los lugares de trabajo, o de la promoción del bienestar de los trabajadores y sus familias, etc.
Algunas opciones asequibles pueden ser:
-Campañas pro-salud. Conciencian sobre el riesgo cardiovascular, importancia de la nutrición equilibrada y saludable y del consumo 0,0 de alcohol, tabaco o sustancias.
-Competiciones deportivas. Mejoran la salud y los vínculos interpersonales del equipo.
Frenar los problemas del sobrepeso y las enfermedades cardiovasculares entre los trabajadores justifica las buenas prácticas que siguen cada vez más empresas. En este caso, no es descabellado afirmar que el fin justifica las buenas prácticas.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/rasgos-definen-la-empresa-saludable/

jueves, 21 de septiembre de 2017

1, 2, 3 y ¡opos! ¿preparados?

El pasado julio se anunció la convocatoria de hasta 67.000 plazas públicas en la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y los entes locales. Las oposiciones para optar a éstas se celebrarán entre lo que queda del 2017 y 2018. Una parte importante serán de promoción interna: 19.000 en la Administración General del Estado, unas 28.000 en las comunidades autónomas, y otras 20.000 en entes locales. Además, a éstas se les sumarán 250.000 más en los próximos 3 años.
Se trata de la mayor oferta pública del estado desde 2008. La mayor parte de esas plazas deberá esperar a la aprobación de los presupuestos generales, aunque 8000 ya están oficialmente aprobadas. Entre ellas están:
  • Docencia: con 42 plazas de acceso libre convocadas por el ministerio y hasta 11.500 más por las comunidades autónomas (post presupuestos).
  • Fuerzas Armadas: 1990 plazas.
  • Policía: 3.331 de acceso libre y 260 de promoción interna.
  • Guardia Civil: 2.346 plazas: 480 de promoción interna y 1866 de acceso libre.
Por otro lado y tras un plan pactado por el Gobierno y los Sindicatos, se estima que 300.000 plazas que actualmente son temporales o interinas pasarán a ser fijas en los próximos 3 años, también mediante oposiciones.
Para acceder a las plazas previstas para ofertar durante los próximos años se requerirán todo tipo de titulaciones. Para las personas con el título de la ESO habrá puestos como auxiliar administrativo, tanto de la administración como de las oficinas del DNI, así en el sistema judicial.
Los titulados en bachiller podrán optar a los puestos de administrativo en juzgados y en el cuerpo de tramitación procesal. Para la Hacienda Pública se publican plazas a las que se podrá acceder tanto con título de grado medio como de bachiller. Lo mismo para ayudantes de instituciones penitenciarias y técnicos informáticos.
Los opositores con titulación universitaria podrán optar a plazas para la gestión general de la administración, Seguridad Social, Servició Público de Empleo y Fogasa, gestión procesal e inspección laboral y tributaria.

Preparar las opos

El tiempo requerido dependerá directamente de la plaza y nivel al que se opte. Hay puestos que pueden llevar desde 9 meses a año y medio y otros que hasta 2 años, 4 o más. Probablemente todos conocemos a alguien que lleva desde que salió de la universidad preparando oposiciones para plazas que aún no han salido.


Por si os lo estáis pensando, os dejamos con unos cuantos consejos que hemos seleccionado en distintas páginas especializadas:
La web opositor.com ya nos avisa: opositar cuesta dinero. Muchas veces debemos pedir días de vacaciones de nuestro actual trabajo, buscar un preparador profesional y recopilar todo el material que necesitaremos para empezar estudiar o, en otros casos, costearte cursos para tener más puntos. También es importante acondicionar un lugar de estudio y comprar material de oficina, cual de “vuelta al cole” se tratara.
Si tenemos que estudiar, es muy importante una planificación casi al dedillo. Para eso, aconsejan un tablón de corcho donde reflejar las fases: qué días qué temario, fechas de exámenes, fechas en las que necesitamos tener aprendido X temas, simulacros de examen…
Aunque sabemos que lleva muchas horas, tampoco se recomienda aislarnos totalmente del mundo exterior y dedicarnos sólo al estudio, ya que acabaríamos sin energía muy rápido. Cuando son meses o incluso años de estudio, se aconseja empezar por una media jornada (4 horas diarias) los primeros 3 meses. Luego ampliamos el horario a 5 horas y al cuarto mes a 6. Al sexto, y si el tipo de opos lo requiere, hasta 8 horas.
Estudiar, es decir, memorizar el contenido de los temarios también tiene su qué. Pero el método ideal es básicamente lo que venimos haciendo desde el instituto: leer con interés, subrayar, resumir, hacer esquemas y empezar a memorizar (lo más duro) para después sólo tener que repasar.
En educaweb.com además, nos hablan de los errores más comunes que se cometen al preparar unas oposiciones. Estos son:
  • Subestimar las pruebas prácticas u orales: éstas tienen sus propias estrategias y estructuras y la gente acostumbra a dejarlas de lado para priorizar la memorización. Pero es necesario ensayar.
  • Rehuir el debate en las pruebas ante tribunal. Pues lo pueden considerar como un acto poco convincente.
  • Olvidarse de las conclusiones y presentarse al examen sin haberlas sacado mientras estudiábamos.
  • Usar técnicas inadecuadas de estudio. Por ejemplo: no estudiaremos de la misma manera para un examen tipo test que para uno de desarrollo de conceptos.
  • No dedicar más tiempo al repaso: es importante reservar tiempo a esta tarea que nos ayudará a asentar nuestros conocimientos.
A veces, las oposiciones pueden ser como un trabajo más, no hay duda. Para las que pueden llevar mucho tiempo de preparación, lo más importante es tener claro que queremos hacerlas y sopesar lo que nos supondrá antes de decidirlo. Dicho esto, buena suerte a todas y todos.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/1-2-3-opos-preparados/

miércoles, 20 de septiembre de 2017

NUEVOS POLOS PARA HOSTELERIA

Os presentamos los nuevos polos para Hosteleria de mujer y caballero:



Características:

  • Cierre central con botones 
  • Cuello y bajo de la manga de canalé 
  • Cinta de tejido base que cubre la costura del cuello 
  • Aberturas laterales
Material100% poliéster

Gramaje: 150 gr/m2

Colores: Marino, Rojo y Negro.


Más artículos en: www.uniformesyvestuariolaboral.com


martes, 19 de septiembre de 2017

“A trabajar”, el musical

Como hago con casi todos, escribo este post escuchando música. Hoy le toca a un grupo de rock llamado Gold, que he conocido hace poco. Miro a mi alrededor y casi todos mis compañeros llevan auriculares, por lo que supongo que están haciendo lo mismo que yo.




Escuchar música mientras se trabaja es una práctica muy extendida. Se ha hablado mucho de sus beneficios para la concentración y, por extensión, la productividad. La experta Teresa Lesiuk, creadora de un estudio publicado en la revista Psychology of Music afirma que 7 de cada 10 personas logran una mayor concentración y mejora de su estado de ánimo al escuchar música en el trabajo. Aunque no se deba tratar como una conclusión universal, sí es evidente que de una forma u otra la música ayuda a estimular el cerebro del ser humano. El placer que provoca una canción que nos gusta puede aumentar la motivación y reducir el estrés.
En el blog de la escuela de negocios Cerem, destacan el efecto positivo de los ritmos repetitivos. Al memorizarlos rápidamente nuestro cerebro trabaja produciendo más dopamina, el neurotransmisor que se encarga de proporcionarnos placer.

¿Vale todo?

Aun así, también existe la creencia que la música afecta a la concentración, pero negativamente. Aunque no encontramos ningún estudio que lo demuestre, nos parece que no todo tipo de género musical va bien para cualquier tarea.
Por ejemplo, en Universia, el rock o el hip hop se recomiendan a las personas que realicen trabajos más físicos como la construcción, carpintería o deportistas profesionales. En el caso de los conductores profesionales, se aconseja música clásica o pop a un volumen muy suave para poder seguir escuchando el ruido de ambiente. Y cuando se habla de un trabajo de oficina y/o creativo, música del barroco, clásica, jazz y ambiental serían la elección adecuada. También se aconseja que en este caso sea todo instrumental, es decir sin voz, por lo que parece que lo estoy haciendo mal. Igualmente, me permito recordar que la sensación de placer y motivación de la que hablábamos antes dependerá, en gran parte, de nuestros gustos musicales. Y sobre esto no hay nada escrito, dicen.

Más allá de lo laboral

Pero no se queda en el trabajo la cosa. La música también puede ser una poderosa aliada para la formación y el aprendizaje. En 1993, Frances Rauscher y Gordon Shaw llevaron a cabo un experimento llamado “Efecto Mozart”. En éste sostenían que la relajación que generaba escuchar las notas del compositor permitía aumentar el coeficiente intelectual y que lo aprendido permanecía en la memoria más tiempo.
El libro La Música, la Mente y el Cerebro de Manfred Clynes explica como el compás de las melodías se sincronizan con los latidos del corazón. Por lo tanto, cuanto más rápido sea el compás, más rápido nuestro pulso y lo mismo con la música más lenta. Pero cuando ambos ritmos van al unísono, nuestro cerebro está más consciente y podremos aprender mejor.
Escuchar música nos aporta además, tanto trabajando como aprendiendo (no son excluyentes, por supuesto), la capacidad de desconectar de interrupciones externas como conversaciones ajenas u otros ruidos como el teléfono o la misma calle. A día de hoy incluso se utiliza como refuerzo del sentimiento de pertenencia en una organización. Por ejemplo: cuando todos los trabajadores colaboran para crear una lista común o cuando cada día uno puede escoger el hilo musical de la oficina.
Con tantos puntos a favor, a mi desde luego me he convencido para seguir escuchándola. ¿Y a vosotros?
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/a-trabajar-el-musical/

sábado, 16 de septiembre de 2017

NOVEDAD: PIJAMA ELASTICO

Os presentamos lo último en pijamas de sanitario:


  • Conjunto de tejido elástico.
  •  Manga corta y cuello a pico. 
  • Aberturas laterales. 
  • Tres bolsillos laterales de plastón. Un bolsillo para bolígrafos. 
  • Pantalón elástico con elástico y cordón en la cintura. 
  • Dos bolsillos laterales. 
  • Dos bolsillos en pernera de plastón.
Material: 97% Algodón 3% Elastano

Tallas: XSSMLXLXXL3XL

Colores: Turquesa Rojo Marino GRIS OSCURO Negro BlancoBlanco


Más artículos en www.uniformesyvestuariolaboral.com

viernes, 15 de septiembre de 2017

‘En clave d Igualdad’, la guía contra la LGTBIfobia en el trabajo

CCOO Madrid presentó el pasado julio ‘En clave d igualdad’, un documento para ayudar a la representación sindical a detectar y combatir la discriminación al colectivo LGBTI en el ámbito laboral. Una situación que aún requiere de mucho trabajo, puesto que se sigue percibiendo la heterosexualidad y el cisgénero (personas cuya identidad de género corresponde con el sexo que han nacido) como la “normalidad”, tanto en el día a día como en los espacios de trabajo.


La discriminación laboral a las personas LGTBI es un fenómeno invisibilizado. En ocasiones, el propio discriminador no es enteramente consciente de que sus actos desfavorecen la igualdad, ya que, por desgracia, es un comportamiento muy arraigado en la sociedad. Por ello, la guía de CCOO proporciona una introducción al contexto y glosario de ayuda para facilitar la compresión de los implicados. Asimismo, se mencionan las formas de discriminación más habituales. Entre ellas:
  • Oferta de trabajo redactadas expresamente para dirigirse a uno u otro colectivo.
  • Preguntas sobre su vida privada o sobre su vida sexual.
  • Dificultad de promoción dentro de la empresa.
  • Reubicación fuera del contacto con el público o cambios injustificados de tareas y funciones.
  • Negar o dificultar derechos laborales como tratamientos, citas médicas, derechos asociados con el matrimonio, permisos de paternidad o maternidad.
  • Insultar, burlarse o hacer broma sobre su sexualidad o identidad de género. Sí, aunque se crea que es “sin mala intención”.
  • Aprovecharse de su situación minoritaria para mantener al empleado en peores condiciones laborales.
El documento también informa sobre las leyes y normativas – sobre todo de las últimas novedades en leyes anti-discriminación– a las que el representante sindical y la propia persona discriminada pueden atenerse, cuando necesiten probar o detener los ataques..
La representación de los trabajadores tiene el deber de intervenir ante estas situaciones, además de promover políticas de igualdad activamente y mediante herramientas como leyes que respalden nuestra acción, negociación colectiva y propuestas de gestión de la diversidad.
Se ejemplifican diversas acciones a tomar, tales como:
  • Revisar documentación para garantizar que no se utilice lenguaje discriminatorio ni hayan cláusulas que también lo sean.
  • Asegurar que los beneficios sociales alcancen también a las parejas del mismo sexo.
  • Extensión de los derechos de los matrimonios a las parejas de hecho.
  • Favorecer el desarrollo de campañas de sensibilización y formación dentro de la empresa.
  • Protocolos de prevención y actuación en caso de acoso por razón de orientación sexual o identidad de género.
  • Blindar su derecho a mantener su puesto de trabajo a las personas que, una vez dentro de la empresa, decidan iniciar un proceso de transición.
  • Procurar la incorporación, a los ya existentes, de baños y vestuarios mixtos.
Si pese a las acciones descritas, se siguen produciendo conductas lgtbifóbicas, el documento recomienda a las víctimas informar sobre la situación a la representación sindical o al comité de empresa, recopilar toda la documentación (e-mails, comunicados de cambio de sitio de trabajo…) que demuestre el acoso laboral e incluso escribir un diario o anotaciones de ejemplos concretos de los momentos en que nos sintamos discriminados. También es importante contar con testigos que puedan corroborar los hechos, en caso de emprender acciones legales.
Al representante sindical se le aconseja denunciar cualquier situación clara de discriminación que presencien e investigar si llegan rumores o denuncias anónimas, antes de intervenir. Es fundamental tener en cuenta la importancia de orientar, apoyar y acompañar a los compañeros o compañeras que estén sufriendo la lgtbifobia: respetar sus tiempos y su propio proceso. Se analizará también de qué tipo de discriminación se trata y, si es posible, se buscará el apoyo y conocimiento de otros miembros del sindicato o comité. La reunión de pruebas documentales, testimonios y la producción de un relato cronológico de los hechos nos ayudarían a denunciar en caso de necesidad.

El documento concluye, y nosotros suscribimos, que cada situación es un mundo y, por lo tanto, las acciones a emprender deberán adaptarse a cada caso y persona. La voluntad de la víctima deberá respetarse por encima de todo.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/clave-d-igualdad-la-guia-la-lgtbifobia-trabajo/

jueves, 14 de septiembre de 2017

Gestionar a las personas tóxicas de la organización

Las personas tóxicas resultan nocivas para los que les rodean, en el ámbito laboral o en cualquier otro. Con frecuencia, los espacios laborales negativos resultan del contagio que disgregan los ‘tóxicos’. La adecuada gestión de estas personas preservará la salud de la organización.
Los tóxicos se delatan por su propio comportamiento: el patrón general de estas personas es hablar excesivamente de sí mismas olvidando a su interlocutor. Con una tendencia a la queja, difunden un discurso pesimista y negativo. Acostumbran a convertir en un drama las situaciones más cotidianas.
Los compañeros tóxicos se arrogan el papel de víctima, en una actitud de creerse el centro del mundo y llamar la atención de los demás. Creen que todo va en su contra sin practicar la auto-crítica de su propia conducta. Actúan como ‘vampiros emocionales’ robando la energía a las personas de su entorno. Envidian los posibles logros de los demás, sin capacidad de sentir y compartir las alegrías del compañero.
Con frecuencia, los ‘tóxicos’ observan un comportamiento autoritario que les lleva a corregir a los demás –incluso equivocadamente-, porque llegan a creerse en posesión de la verdad. Aunque su actitud vital les provoca sufrimiento, no lo admiten, generando únicamente una ola de energía negativa a su alrededor. El estrés será directamente proporcional a la intensidad del contacto con los ‘tóxicos’. Cuando no sea posible reconducir la situación, la mejor auto-defensa será marcar las distancias y nunca caer en su juego.


Pero, todos somos tóxicos…

No siempre es tan sencillo como identificar y re-educar a los tóxicos. Todos acarreamos una carga de toxicidad que, en mayor o menor medida, genera lastres y es nociva para la organización. Nuestro cerebro procesa miles de pensamientos diarios, y el 85% de éstos son negativos. En cierta manera somos nuestro mayor enemigo, estando sometidos a nuestro yo interior. Los expertos en conducta humana y adiestramiento sostienen que la mente consciente y analítica corresponde a un 5%; el otro 95% es mente subconsciente e inconsciente. A medida que crecemos, y por influencia de nuestro entorno, creamos una imagen mental de lo que creemos ser, que condiciona la forma en que vemos el mundo. Esa programación, derivada de nuestras creencias, emociones, normas, ideas preconcebidas, inercias y miedos, funciona en modo automático y toma decisiones por nosotros. Digamos que somos esclavos de nuestro personaje. Para revertir esta situación es necesario un trabajo de autoconocimiento y transformación personal, para poder reprogramar a partir de nuestros valores esenciales. Si no, el resultado siempre será el mismo: insatisfacción e  infelicidad (para nosotros y nuestro entorno).
Nuestro cerebro procesa miles de pensamientos diarios, y el 85% de éstos son negativos. En cierta manera somos nuestro mayor enemigo

El líder rehabilitador de ‘tóxicos’

El líder genuino llega a conocer y –sobre todo- a actuar sobre los estados de ánimo y, por lo tanto, la motivación de cada uno de los miembros de su equipo. En última instancia es sólo una cuestión de psicología (fina) aplicada, y a la medida de las situaciones / individuos. Para obtener el éxito gestionando la toxicidad en la organización, la praxis del líder debe primar ciertos aspectos sensibles. Curiosamente, la mayoría de estos aspectos tienen más que ver con la cualificación del propio líder que con las condiciones de las personas que deben ser rehabilitadas. Éste sería el decálogo del líder con aptitudes rehabilitadoras.
-Comunicación. Un directivo debe saber transmitir la estrategia de la compañía, por lo que debe ser claro y conciso. El flujo informativo no puede ser unilateral, también ha de admitir el retorno.
-Predicar con el ejemplo. Siendo objeto de observación, el directivo es considerado frecuentemente como un modelo a seguir, lo que exige mucha coherencia. ¿Puede un líder tóxico intentar atajar la toxicidad ajena?
-Auto-reflexión. Antes de juzgar a terceros, el líder debe conocer sus fortalezas y debilidades (Conócete a ti mismo).
-Autenticidad. No valen las imposturas ni la ocultación de la personalidad, que generan desconfianza. El directivo debe hallar su estilo de liderazgo y ser consecuente con éste.
-Reconocer e incentivar el talento. Supone valorar las aptitudes de los colaboradores. Incluso las personas tóxicas tienen buenas aptitudes, que deben ser reconocidas
-Tolerar errores. Errar es humano. No es líder quien no es capaz de aceptar el error y mostrar, pese a todo, capacidad de reacción.
-Empatizar. El líder no puede ser distante, sino ‘ponerse en la piel’ de los otros (en este caso las personas tóxicas) y conectar para interactuar.
Establecer metas y expectativas (realistas). Los objetivos inalcanzables sólo provocan desmotivación en los colaboradores.
-Generar motivación. El líder espolea a su “tropa”, inspira y fomenta el entusiasmo. Lo cual es válido también para los tóxicos.

Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/gestionar-las-personas-toxicas-la-organizacion/