Para qué llevar a cabo una evaluación técnica
La evaluación técnica es una actividad que requiere de la intervención de técnicos experimentados, de determinados medios y herramientas e incluso someter a la instalación a determinadas pruebas. Por ello, ya puede llegar a representar cierto coste, solo resulta rentable en una serie de situaciones, que se analizan a continuación.
Puesta a punto de instalaciones
En instalaciones degradadas, especialmente en aquellas más envejecidas de lo que por su tiempo de funcionamiento resultaría lógico, los responsables de la planta pueden plantearse realizar una evaluación técnica con el objetivo de mejorar los resultados de producción. La evaluación puede ser realizada por los propios técnicos que habitualmente trabajan en ella, dirigidos incluso por el responsable de mantenimiento: con facilidad y rapidez, serán capaces de identificar prácticamente todos los puntos de la planta que se encuentran en mal estado. Incluso, no será necesario que realicen ninguna prueba, ya que su trabajo del día a día hace que tengan una visión perfectamente clara de todos los puntos que hay que solucionar.
En el caso de que el nivel técnico de los profesionales habituales no sea el necesario para realizar una evaluación de este tipo, que se tenga dudas sobre su imparcialidad y buen criterio, o simplemente, que se quiera tener una opinión externa, se recurre a empresas especializadas. Hay que tener en cuenta que aunque el conocimiento de la instalación que tienen los técnicos que habitualmente trabajan allí es muy alto, la costumbre hace que no vean determinados fallos o que nos les concedan importancia, simplemente porque se han acostumbrado a convivir con esos problemas. Es sorprendente en ese sentido como el personal de mantenimiento habitual y/o sus responsables no son a veces capaces de identificar en un informe una cimentación agrietada, la falta de protecciones de seguridad de una máquina, una tubería que lleva años descolgada, un grave problema de corrosión que afecta a una estructura, etc. La contratación externa de este tipo de trabajos, además de aportar unos conocimientos y experiencia que los técnicos propios no tienen por qué tener, aporta una visión imparcial y no contaminada por el día a día.
Suscripción de un seguro de avería de maquinaria
Cuando una entidad decide invertir un cierto capital en cualquier tipo de proyecto, siempre asume un cierto riesgo de perder una parte o incluso todo el capital invertido. El reto de un propietario de una instalación industrial, tanto en su fase inicial de proyecto como en la fase de explotación consiste en disminuir el riesgo de las inversiones. Para ello, debe identificar los riesgos del proyecto y tomar las acciones oportunas para su gestión.
Una de las medidas de gestión de los riesgos que puede conllevar una instalación industrial consiste en transferir éstos mediante un programa de seguros. Teóricamente es posible asegurarlo todo: desde una catástrofe, como incendios, terremotos, inundaciones, etc., la reparación de una gran avería hasta la pérdida de beneficios provocada por cualquier circunstancia no prevista.
El seguro de avería de maquinaria garantiza la indemnización por los daños materiales sufridos en maquinaria, equipos e instalaciones industriales como consecuencia de un mal funcionamiento interno, o a causa de un suceso súbito, accidental e imprevisto. Dicha indemnización por daños supone restablecer el bien al estado anterior al siniestro, lo que puede derivar en la reparación, reembolso o sustitución de la maquinaria afectada. El seguro puede cubre la pérdida de beneficios derivada de la avería de maquinaria, ya que puede tratarse de maquinaria clave o cuello de botella en el proceso productivo de una empresa.
Por supuesto, según el mayor o menor riesgo de avería que exista, la compañía aseguradora aplicará diferentes primas. Es ahí donde cobra especial relevancia la evaluación técnica de la instalación que se pretende asegurar.
Las coberturas del seguro que pueden contratarse pueden resumirse en las siguientes:
- Averías de maquinaria
- Daños, también denominado ‘todo riesgo daños materiales’. ¾ Riesgos de la naturaleza o catastróficos, que protegen de los daños causados por terremoto, inundaciones extraordinarias, erupciones volcánicas, tempestad ciclónica, caída de cuerpos siderales y aerolitos. En España estas coberturas están amparadas por el Consorcio de Compensación de Seguros.
- Pérdida de beneficios
Evaluación la operación y el mantenimiento de una instalación
Es indudable que la calidad del mantenimiento y de la forma de operar una instalación industrial tienen su reflejo en el estado técnico en que se encuentra en cada momento. De esta forma, si el personal de producción y el de mantenimiento trabajan de forma óptima, la planta se mantendrá en buen estado durante la vida útil estimada inicialmente, incluso mucho más tiempo. En cambio si alguna de estas áreas no está gestionada correctamente, la instalación se resentirá, disminuyendo la fiabilidad, la disponibilidad y la vida útil.
Por tanto, una forma de evaluar si la producción y el mantenimiento son óptimos o excelentes es comprobar periódicamente en qué estado se encuentra la instalación, examinando tanto el conjunto de la instalación como cada uno de sus componentes principales. Con ello se consigue por un lado ‘fotografiar’ el estado de la instalación en cada momento, pero por otro, identificar hábitos de producción o mantenimiento incorrectos.
Evaluación de la gestión de un contratista de operación y/o mantenimiento
Los contratos de operación y mantenimiento (contratos O&M) y los contratos de mantenimiento integral van ganando terreno en determinados tipos de instalación, como las plantas de producción de energía y algunos tipos de plantas relacionadas con el petróleo. En ellas el propietario actúa como un mero inversionista y se desentiende completamente de la operación y/o el mantenimiento de la planta, contratando para esas funciones a una empresa especializada.
Cuando transcurrido un tiempo de funcionamiento de estos contratos, y especialmente cuando han de renovarse o cuando van a cancelarse, el propietario necesita conocer el estado en que se encuentra la instalación y la gestión de los activos que ha realizado su contratista. En estos casos, está más que justificado contratar a una empresa externa e independiente que analice la instalación y determine todos los puntos que se encuentra en un estado inaceptable.
Este tipo de actuaciones tiene dos efectos:
- Por un lado, garantiza que la instalación tendrá una larga vida útil.
- Por otro lado hace que el contratista se sienta ‘observado’, sobre todo si la realización de auditorías se realiza de forma periódica.
Operaciones de compra o venta de instalaciones
Un cliente que compra una instalación industrial en un proceso de fusión o de adquisición de empresas necesita conocer el estado en que se encuentran los activos. La mejor forma de llevarlo a cabo es contar con los servicios de una empresa externa, ajena a la operación, imparcial, y experta conocedora de ese tipo de instalación.
Estudio de una posible inversión, revisión o ampliación en una planta industrial
Antes de realizar una ampliación de una instalación o realizar una parada con un alto coste, conviene tener la seguridad de que la instalación se encuentra en un estado suficientemente bueno como para invertir una fuerte cantidad de dinero con la seguridad de que será rentable. Así, si una planta se encuentra fuertemente degradada y debe aumentarse su capacidad productiva porque el mercado lo está demandando, el propietario tendrá que valorar si es preferible ampliar la planta o diseñar una nueva con mayor capacidad; si hay que realizar una revisión general con un alto coste, habrá que conocer cuál es el estado de determinados equipos, pues puede suceder que realizar la parada y la correspondiente inversión resulten inútiles dado el estado de la instalación.
Estas decisiones pueden tomarse de manera intuitiva, o puede contarse con la ayuda de una empresa especializada para que elabore un informe sobre el que tomar la decisión.
Análisis de la instalación antes de firmar un contrato de mantenimiento de gran alcance
Antes de firmar un contrato de mantenimiento integral o un contrato de operación y mantenimiento en una instalación que lleve funcionando un tiempo bajo la responsabilidad de otro, y que supondrá la asunción de grandes responsabilidades para la empresa contratista, es conveniente que ésta realice una auditoría técnica para determinar en qué estado se encuentra las instalaciones. Con los resultados de esa evaluación técnica el contratista podrá:
- Determinar con mayor exactitud su presupuesto y el precio de la oferta.
- Conocer las trabajos de puesta a punto que debe realizar en la instalación.
- Excluir en el contrato determinadas reparaciones de las que el contratista que va a iniciar su trabajo no es responsable, y obligar al propietario a entregar al contratista una planta en buen estado.
- Conocer los puntos débiles de la instalación.
Es una temeridad para una empresa contratista firmar un contrato de gran alcance sin conocer con exactitud el estado en que ‘hereda’ la instalación.
Para más información consultar: www.ingenieriadelmantenimiento.com
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