Las “personas electrónicas”, robots colaboradores (o ‘cobots’) ya hicieron su debut en el cine hace décadas asumiendo diferentes ‘papeles’. Ahora, la realidad supera a la ficción, y los androides, con músculo de acero e inteligencia de chip, empiezan a compartir espacio con los humanos, ya sea poniendo tornillos en una cadena de montaje de automóviles, o atendiendo al personal en la recepción de un hotel.
De la mano de la inteligencia artificial, las personas electrónicas han llegado para quedarse y, puesto que tienen que convivir con los humanos, el legislador llena el vacío legal con los primeros principios robo-éticos.
Reglas legales civiles europeas en robótica
Anticipándose a una hipotética rebelión de las máquinas, la Unión Europea ha instado a la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento para la puesta a punto de normas de seguridad, éticas y legales que regulen los importantes avances que se están logrando en el campo de la robótica y de la inteligencia artificial.
En tanto que personas electrónicas, los robots tienen obligaciones y derechos, pudiendo hacer frente a reclamaciones por responsabilidad en caso de daños. A continuación, una síntesis de este ‘semi-decálogo’ (sólo tiene 9 puntos) en fase de borrador.
Proteger a los seres humanos de los daños causados por robots
- La dignidad humana, lo primero. Se pide que los robots incorporen el ‘botón de la muerte’, un ‘reset’ a la brava por si la máquina comienza a incordiar, o no hace aquello para lo que se concibió.
Respetar el rechazo de la atención por parte de un robot
- Cualquier persona humana (hijo de vecina) puede negarse a ser atendido por una persona electrónica (robot). Ciertamente, existen campos críticos: ¿qué anciano/a de geriátrico admitiría que un robot le diera de comer o le cambiara de pañal?
Proteger la libertad humana frente a los robots
- ¿Puede un robot tener ‘alma’ de dictador y coartar la libertad del ser humano con el pretexto de protegerlo? El software es rígido (ceros y unos, sin matices). Para evitar extra-limitaciones del robot, se prima la autonomía de decisión de la persona. La pregunta es: ¿cómo reaccionará el robot cuando sea desautorizado por el humano?
A veces debemos frotarnos los ojos para empezar a asimilar, pero no hay vuelta atrás. Cada día hay más robots humanoides entre nosotros, con precios en torno a los 30.000 euros
A veces debemos frotarnos los ojos para empezar a asimilar, pero no hay vuelta atrás. Cada día hay más robots humanoides entre nosotros, con precios en torno a los 30.000 euros
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