La actualización del Plan Especial del Casco Viejo
realizada por el Ayuntamiento de Portugalete está dando mucho que
hablar. Durante la presentación del documento el lunes, hubo momentos de
«tensión», según reconoció el alcalde, Mikel Torres. Más de 200
personas se congregaron en el Hotel del Puente Colgante para conocer los
detalles del plan urbanístico. Pero las explicaciones ofrecidas por
técnicos del equipo redactor del proyecto no resultaron convincentes
para los habitantes de los números 24, 26, 28 y 30 de Manuel Calvo y del
1 y el 3 de Sotera de la Mier, que mostraron su preocupación ante la
calificación de sus casas como «disconformes con el planeamiento
urbanístico».
«La gente no salió con sus dudas aclaradas, sino
más liada que al entrar», advirtieron desde el PNV. Torres asegura que
esas casas no se van a derribar. «En el Casco Viejo no hay ningún bloque
fuera de ordenación», subrayó, al tiempo que desmintió a Bildu, que
denunció que el plan abría la puerta a la construcción de unas galerías
comerciales sobre la estación de Renfe. «Disconforme significa que si
alguna vez los dueños deciden tirarlas no se podrían construir
exactamente igual, porque están mal alineadas», explicó el concejal de
Urbanismo, Ángel Anero.
www.uniformesyvestuariolaboral.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario