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lunes, 28 de noviembre de 2016

Trastorno musculo-esquelético (TME), riesgo prevalente en la sanidad

Según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en 2014, el 10% de los trabajadores españolestrabajaba en el sector de la asistencia socio-sanitaria, principalmente en centros hospitalarios. El sector sanitario, que es uno de los primeros en ocupación, tiene el segundo índice de incidencia más elevado en trastornos musculo-esqueléticos (TME) de nuestro país, después de la construcción.
La publicación del INSHT, “Prevención de trastornos musculo-esqueléticos en el sector sanitario”, nos recuerda que “en el año 2011 se comunicaron 197.381 accidentes de trabajo en jornada por sobreesfuerzos, lo que representaba un 38,5% de los accidentes laborales, y se notificaron, a través del sistema CEPROSS, 12.891 trastornos musculo-esqueléticos, que suponían un 71,1% del total de enfermedades profesionales comunicadas en ese año”.
En coherencia con lo anterior, el INSS ha informado repetidamente que la primera causa de incapacidad temporal por enfermedad común es la lumbalgia. No en vano, la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo señalaba que un 84% de los trabajadores encuestados informaba de algún aspecto relacionado con las demandas físicas del puesto de trabajo.

Tipos de sobresfuerzos en el sector sanitario

Como detalla la publicación del INSHT, la principal causa de los sobresfuerzos en todo el periodo estudiado ha sido la movilización de enfermos, representando más de un 60% sobre el total. Los accidentes debidos a la manipulación manual de cargas, alcanzaron una media del 15% del total de accidentes por sobresfuerzo durante el período. La siniestralidad laboral relacionada con los malos gestos o posturas forzadas se situó en una media del 16,6% de todos los accidentes por sobresfuerzos.
Si se analizan los accidentes producidos en los distintos servicios según el tipo de riesgo, destacaron los servicios de consultas externas, hospitalización, quirófanos y urgencias (tabla adjunta). Es en el servicio de hospitalización donde se produce mayor número de accidentes por sobreesfuerzos, siendo causados en su mayoría (81%) por la movilización de pacientes.
El INSS ha informado repetidamente que la primera causa de incapacidad temporal por enfermedad común es la lumbalgia
Las partes del cuerpo más afectadas por los accidentes producidos por sobresfuerzos son la espalda/tronco (40,1%) y las extremidades superiores (37,7%), que representan, respectivamente, el 73% y el 88% del total de los accidentes por sobresfuerzos.
Otras partes corporales afectadas en menor medida son las regiones cabeza/cuello y espalda/tronco, así como las extremidades superiores (brazos, antebrazo y mano /muñeca) y las inferiores (los sobresfuerzos afectan a los muslos, piernas y tobillos/pies).

Factores de riesgo en la movilización

Los ergónomos nos recuerdan que “la cantidad de esfuerzo físico necesario para ejecutar la tarea (como levantar, empujar o tirar), la adopción de posiciones inadecuadas para el cuerpo (como inclinarse sobre una cama, arrodillarse o girar el tronco para alcanzar al usuario), y asistirle en las actividades básicas (higiene personal, alimentación,…) son elementos que favorecen la aparición de lesiones musculo-esqueléticas”.
En algunas ocasiones puede existir la repetición de una maniobra: realización del mismo patrón o serie de movimientos de manera continuada o frecuente durante la jornada de trabajo (en la movilización, se trataría de movimientos repetidos contra-resistencia). Sin embargo, no deben menospreciarse los aspectos organizacionales e individuales, que influyen en la aparición de las lesiones (ritmos de trabajo, demandas psicológicas que pueden contribuir a aumentar la tensión muscular). Entre los factores individuales, son determinantes “la edad, el género y la forma física del trabajador, que influyen sobre el tono muscular y su predisposición a padecer lesiones. La formación y conocimiento específicos en movilización de usuarios será importante para minimizar el impacto lesivo”, recomiendan los especialistas.
Básica para la prevención será la evaluación de riesgos. Actualmente existe como metodología específica el método MAPO (Movilización Asistencial de Pacientes Hospitalizados), de la que se puede encontrar un resumen en la NTP 907 del INSHT. Algunas normas fundamentales de prevención de los riesgos derivados de la movilización de pacientes son:
-Mantener la espalda erguida (respetando las curvas fisiológicas).
-Adoptar una base de sustentación amplia (pies separados).
-Ejercer la fuerza con las piernas flexionadas (flexión de rodillas y del tronco sobre las caderas).
-Aprovechar el contrapeso del propio cuerpo, y la inercia del cuerpo del usuario.
-Contraer los músculos abdominales y glúteos para estabilizar la pelvis (bascular adecuadamente la pelvis es una herramienta clave para proteger la espalda).

-Mantener al usuario próximo a nuestro cuerpo (para mayor control del centro de gravedad).
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/

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