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lunes, 27 de febrero de 2017

Definición y tipos de riesgos empresariales

TIPOS DE RIESGOS
1. Riesgos externos
Los riesgos externos de una empresa son todos aquellos que provienen del entorno de la Empresa y que influyen o condicionan su operativa pudiendo convertirse en amenazas para su desarrollo. Citamos algunos ejemplos de riesgos externos de una Empresa:
Ciclo económico: un cambio en el ciclo económico puede afectar a la Empresa en mayor o menor medida según sea la magnitud del cambio, la duración del mismo y la fase en que se halle.
Competencia: la competencia puede afectarnos por muchos y variados motivos : productos o servicios con mayor valor añadido, políticas comerciales agresivas, mejor estrategia de producto, mejores canales de distribución, mayores recursos, gama de productos o servicios más amplia , menores costes de aprovisionamiento o producción etc.
Riesgo País: normalmente asociado a la comercialización o venta de productos o servicios en países donde existe o puede existir : inseguridad respecto al control del cambio de divisas, en la balanza de pagos, riesgos posibles de nacionalización, dificultades de cobros ,falta de estabilidad social , barreras de entrada difíciles de saltar, etc.
Riesgo de localización: la localización del riesgo depende del territorio en el que el bien se sitúa, que a efectos regulatorios se considera que es el lugar en el que el asegurado reside o tiene su domicilio. Normalmente el riesgo puede darse en varias categorías . propiedades, oficinas de representación, agentes comerciales vinculados a la empresa, fábricas, vehículos, entre otros.
Fuerza Mayor: la fuerza mayor se define como aquellas situaciones que están fuera de nuestro control, como son las catástrofes naturales, terremotos, inundaciones, incendios, explosiones. La fuerza mayor por eventos políticos se dan en el caso de guerras, revoluciones golpes de estado, transformaciones económicas trascendentales.
Los riesgos indicados son algunos de los casos en los que las Empresas deben hacer frente mediante las oportunas coberturas legales
2. Riesgos internos
Los riesgos internos de una empresa son todos aquellos que dependen de nuestra gestión dentro de la Empresa y de los distintos departamentos que la componen. Citamos algunos ejemplos de riesgos internos de una Empresa:
Dependencia de las ventas: elevado porcentaje de dependencia de unos pocos clientes. La pérdida de uno de ellos por falta de calidad, precio, servicio u otros puede suponer un grave deterioro en la cuenta de explotación. Necesidad de diversificación de los clientes.
Falta de diversificación de actividades: la concentración de actividades y la falta de diversificación pueden suponer un riesgo al reducir las posibilidades de aumentar el volumen de las ventas.
Patentes y marcas comerciales: necesidad de tener las marcas comerciales debidamente protegidas evitando con ello la pérdida de la propiedad intelectual.
Dependencia de los suministradores: necesidad de diversificación de los suministradores de productos o materias primas.
Instalaciones obsoletas: pueden producir productos a costes más altos de lo deseable y / o con unos niveles de calidad inferiores a los recomendables.
Mantenimiento irregular: pudiendo producir roturas en la maquinaria que pueden redundar en pérdidas de producción o retrasos en las entregas de los productos.
Falta de liquidez: situación que implica necesariamente plantear una estrategia financiera global que incluya o pueda incluir la necesidad de pedir créditos, prestamos o pólizas de crédito.
Por lo tanto la existencia de un sistema de control de gestión de riesgos, con una planificación estratégica del negocio, con centros de responsabilidad descentralizados, autónomos y dirigidos por profesionales con funciones y responsabilidades enfocadas tanto al control de gestión y a la gestión de riesgos se hacen imprescindibles.
Además todo ello deber de ir acompañado de las herramientas que todo sistema de control de gestión y gestión de riesgos necesita, tales como: budgeting, forecasting, ERP y cuadro de mando integral. Como conclusión, decir que risk manegement y control de gestión son dos aspectos de negocio con funciones, responsabilidades y objetivos comunes pero a la vez complementarias ya que sin un sistema de control de gestión el Risk management sería prácticamente imposible de gestionar

Fuente: http://qoo.ly/dxn5a

viernes, 24 de febrero de 2017

Nuevas pistas sobre los efectos del trabajo nocturno

Estudios realizados recientemente han aportado más evidencia sobre la teoría que el trabajo nocturno puede predisponer nuestro cuerpo a padecer más enfermedades. La Agencia Francesa de Seguridad de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES) lo relaciona con trastornos del sueño, hipertensión, obesidad… 
 Aunque hay que ser cauto en estos temas, incluso habla de que la nocturnicidad pueda tener un “probable impacto” en la aparición del cáncer.


Pero no son los primeros en insinuar esta relación. En 2007 el IARC manifestó la misma preocupación. Comparan el probable efecto cancerígeno de este agente con el de la radiación ultravioleta o los gases y micro-partículas generados por motores diésel. También cabe señalar que el 19% de los trabajadores europeos desarrollan su actividad en horario nocturno. Y, a nivel más local, numerosos estudios apuntan que en España dormimos poco y con poca calidad de sueño, también debido a nuestros hábitos de ocio y al propio horario de trabajo.

Más riesgos para la noche

Parece ser que la costumbre de realizar actividades por la noche y dormir durante el día es lo que se convierte en un factor peligroso. Por ejemplo, en 1987 el epidemiólogo de cáncer, Richard Stevens, realizó una ponencia sugiriendo un vínculo entre la luz en la noche y el cáncer de mama. En ella alegaba que la melatonina (hormona que impide la creación de tumores) se produce normalmente cuando dormimos por la noche. Al interrumpir este proceso se puede debilitar nuestro sistema inmunitario y de defensas. Otra evidencia es que el cáncer de mama aumentó repentinamente junto con el auge de las sociedades industrializadas y con la intensificación del trabajo a turnos en mujeres. De hecho, según el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia (Inserm), las mujeres que trabajan de noche aumentan sus posibilidades de padecer la enfermedad en un 30%.
Nuestro cuerpo es sensible a interrumpir el llamado ritmo circadiano de actividad-reposo. Éste funciona como un reloj biológico que sigue el ciclo: día = estar despierto / noche = dormir. Se realizó incluso algún experimento en el que personas colocadas en ambientes cerrados, durante meses, sin relojes ni contacto con el exterior (o sea sin saber cuándo tocaba dormir por costumbre social) continuaban realizando actividades durante el día y durmiendo por la noche. De ellos se desprendió la creencia de que es lo natural para las personas seguir este ritmo.

Reivindicaciones relacionadas

En varias ocasiones hemos intentado concienciar en este blog sobre los efectos que conllevan tanto el trabajo nocturno como la turnicidad, a la vez que hecho difusión de otras campañas en marcha, que advierten sobre este problema y proponen medidas de corrección. Una de ellas es la visión sindical al respecto, que aboga por abandonar el sistema de primas, sustituyéndolo por un aumento de las pausas y del tiempo de descanso, una reducción de la edad necesaria para la jubilación y una mejora de las condiciones generales en que se realiza el trabajo.

Fuente: www. proteccion-laboral.com/

martes, 21 de febrero de 2017

Las 10 profesiones más ruidosas. ¡Alguna os sorprenderá!


Cuando hablamos de las profesiones con más exposición al ruido, es normal que pensemos en la industria pesada, ¡y hacemos bien! Pero seguro hay unas cuantas que a lo mejor no se nos pasan por la cabeza y son más ruidosas de lo que pensamos en un principio. Recordemos que se considera riesgo trabajar continuamente a más de 85 decibelios. Vamos a ver, a continuación, las profesiones clasificadas:
  1. Controladores aéreos: pueden estar expuestos hasta 140dB, al escuchar continuamente el sonido de los aviones despegando y aterrizando. Eso lo convierte en una de las profesiones más propensas a la pérdida de audición.
  2. Pilotos de Fórmula 1: imagínate estar horas seguidas con el ruido de un coche de Fórmula 1. Si a muchos ya nos molesta oírlo por la tele, los fines de semana, imaginen tener que estar allí. Los motores de estos vehículos llegan a producir un sonido de hasta 135 dB.
  3. Mineros: igual que los anteriores, los trabajadores de la minería se verán expuestos a un ruido de hasta 135 dB, al usar maquinaria eléctrica como taladros o perforadoras en espacios cerrados.
  4. Obreros de la construcción: el ruido que provoca esta industria llega a alcanzar los 135 dB. Los martillos neumáticos son usados a menudo y éstos se consideran los aparatos más ruidosos.
  5. Carpinteros: otra que también era previsible. Las motosierras y taladradoras pueden llegar a generar un ruido de hasta 120 dB.
  6. Músicos, DJs y camareros de discotecas: sea o no sea tocar o pinchar su trabajo, en las salas de música todos los trabajadores están constantemente expuestos a ruido. Éste puede llegar a ser de más de 115 dB, y durante más de 6 horas seguidas.
  7. Jardineros: ¿o no nos enteramos cuando están cortando el césped en la casa de al lado? Pues imagina cuando es tu trabajo y puedes estar expuesto hasta 107 dB cada día. Es una profesión con mucho riesgo para el oído.
  8. Mensajeros y repartidores en moto: puede que a los que sólo usamos la moto para desplazarnos nos parezca exagerado; pero, cuando es una herramienta de trabajo, te puedes ver expuesto contantemente a sonidos de hasta 130 kB. No sólo por el motor sino también por el efecto de “cortar” el viento.
  9. Guarderías: ¡Sí! Los niños más pequeños pueden gritar mucho y tienen una voz muy aguda. Si uno nos puede parecer ruidoso, imagina una clase de 20 o 30. Pueden llegar a alcanzar 85 dB fácilmente. Y lo peor es que, en este sector, no sería buena idea llevar tapones para los oídos.
  10. Peluqueros: ésta se nos escapaba. Pero recordemos que los secadores producen un sonido de hasta 85 dB. Con lo que es normal que la de peluquero sea una de las profesiones más ruidosas.

Cuidemos de nuestros oídos para conservarlos

Todas estas profesiones conllevan un riesgo de pérdida más o menos grave del oído. Pero para eso está la PRL. Para prevenir la pérdida de la capacidad auditiva tendremos que mantener siempre una cierta distancia del punto de origen del sonido. La frecuencia con la que nos exponemos a determinado sonido y los decibelios a los que llegue son un factor determinante para evaluar el impacto y riesgo. Hay que recordar siempre que, a partir de los 85 dB, una exposición prolongada al ruido requiere medidas de protección.
Para proteger el oído de los trabajadores, se tendrá que evaluar su impacto en el entorno y, en consecuencia, determinar qué tapones u otros protectores de oído se deberán utilizar.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com

Estibadores: trabajadores de alto riesgo

Los puertos son lugares de trabajo que plantean retos importantes en seguridad laboral. En general, los trabajadores portuarios y los estibadores tienen que gestionar cargamentos y trabajar con multitud de personas con las que no siempre se comparte el idioma. El trabajo en los puertos tiene lugar durante el día y la noche con independencia de la situación climatológica. Suelen existir presiones para organizar el trabajo de estiba y desestiba y la logística impone el trabajo contrarreloj. Así, el trabajo de estibador registra un riesgo potencialmente alto y, al desarrollarse en situaciones siempre cambiantes, los peligros también lo son, además de ser muy numerosos.
En relación con la actividad profesional de la estiba, el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) puntualiza que “los estibadores portuarios son los trabajadores encargados de colocar la carga a bordo para ser transportada con un máximo de seguridad para el buque y su tripulación, ocupando el mínimo espacio posible, evitando averías en la misma y reduciendo al mínimo las demoras en el puerto de descarga. Además, también realizan tareas de descarga y labores complementarias, tanto en la bodega como en la cubierta de los buques, y en la totalidad de la zona del puerto”.

Trabajo multi-riesgo

Debido a la complejidad del trabajo, los estibadores afrontan una larga lista de riesgos (los expertos han catalogado más de 30, ver cuadro adjunto).
Riesgos laborales de los estibadores y los trabajadores portuarios
1. Caídas de personas a distinto nivel
2. Caídas de personas al mismo nivel
3. Caídas de objetos por desplome o derrumbamiento
4. Caídas de objetos en manipulación
5. Caídas de objetos desprendidos
6. Pisadas sobre objetos
7. Choques contra objetos inmóviles
8. Choques contra objetos móviles
9. Golpes por objetos o herramientas
10. Proyección de fragmentos o partículas
11. Atrapamientos por o entre objetos
12. Atrapamiento por vuelco de máquinas, tractores o vehículos
13. Sobreesfuerzos
14. Exposición a temperaturas ambientales extremas
15. Contactos térmicos
16. Exposición a contactos eléctricos
17. Exposición a sustancias nocivas o tóxicas
18. Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas
19. Exposición a radiaciones
20. Explosiones
21. Incendios
22. Atropellos o golpes con vehículos
23. Accidentes de tráfico
24. Exposición a agentes químicos
25. Exposición a agentes físicos
26. Fatiga visual, deslumbramientos y reflejos
27. Fatiga
28. Estrés
29. Falta de asistencia médica
30. Otras circunstancias (Abarca todos aquellos riesgos no contemplados en los apartados anteriores, particularmente: accidentes causados por seres vivos; causas naturales; exposición a agentes biológicos).

El trabajo de estibador registra un riesgo potencialmente alto y, al desarrollarse en situaciones siempre cambiantes, los peligros también lo son, además de ser muy numerosos
Al margen de la extensa lista de riesgos físicos, hay que tener en cuenta el riesgo psicosocial. Un estudio (noviembre de 2013) conducido por la Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (ASEP), que representa la práctica totalidad de los estibadores de Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura, puso el foco en los riesgos psicosociales de los trabajadores portuarios de Canarias, comparando las variables según turnos de trabajo y nocturnidad, puesto, productividad, cargas familiares y antigüedad en el puesto. El análisis partió de 150 encuestas (75 estibadores y 75 trabajadores portuarios).
Los autores del estudio consideraron que los datos eran literalmente “alarmantes”, y que los trabajadores se encontrarían en una “situación de emergencia psicosocial”, apreciándose “altos niveles de estrés, fatiga, insatisfacción y desmotivación laboral, poco control sobre su trabajo, elevado índice de desequilibrio demanda-control, demanda-recompensa, bajo apoyo social, y pocas oportunidades para desarrollar y poner en práctica las propias habilidades”.
Las conclusiones apuntaban la necesidad de “ahondar en la problemática turnos y trabajo, a fin de adecuar la legislación laboral, fomentar la cultura preventiva y potenciar la formación y la sensibilización”. Las condiciones laborales de los estibadores se rigen por el IV Acuerdo para la regulación de las relaciones laborales en el sector de la estiba portuaria, que data de 2014 y que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2017.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com


lunes, 13 de febrero de 2017

El rol de género nos deprime y no es una expresión

Un estudio da evidencias sobre ello, pero a muchas no nos sorprende. Las mujeres trabajadoras tenemos más tendencia a padecer depresión que los hombres.  El pasado mes, La Gaceta Sanitaria publicó un informe donde revelaban cifras que lo respaldaban. En España, el 19% de población femenina activa padece algún trastorno de salud mental, frente el 13% de los hombres en la misma situación.
El mismo estudio también observa que 20,5% de los trabajadores y el 23,7% de las trabajadoras con algún problema de salud mental también presentan un alto nivel de estrés laboral y que el 30,4% de los hombres y el 34,3% de las mujeres con este tipo de desórdenes manifiestan una baja satisfacción laboral. La misma brecha de infelicidad se hace presente cuando analizan los trabajadores autónomos (19,2% de los hombres y 21% de las mujeres) y los de contrato temporal (14% de los hombres y 19,8% de las mujeres).  Pero las cifras de depresión aumentan en situaciones de más “vulnerabilidad”, tales como una mayor edaddivorcio (26,7%) o viudedad (29,9%). Los autores del estudio lo concluyen remarcando la necesidad de adoptar medidas políticas y sociales que promuevan la igualdad y hacer frente a las diferencias de género en salud mental.
No sólo en el ámbito laboral existe esta brecha entre el grado de insatisfacción masculino y el femenino. Y tampoco sólo en España. La Oficina de Salud Mental del Estado de Nueva York elaboró este estudio con similares conclusiones: “Las mujeres corren más alto riesgo de depresión que los hombres” y la desigualdad en el trabajo es, entre otras, una de las principales causas. Los estresores a los que apuntan son las responsabilidades principales en el hogar y en el trabajo, ser madre soltera y cuidar de niños o padres envejecientes. También coinciden en que las tasas son mayores cuando se trata de mujeres separadas o divorciadas.

La misma historia de siempre

Aunque la mujer ya esté en el mercado laboral, aún no se ha librado del rol de género que la relaciona con los cuidados del hogar y de las personas con dependencia. Eso se traduce, en demasiados casos, en tener que dedicar una segunda jornada a la casa, después de haber trabajado. Hay quién dice “Mujer, tú puedes con todo”, como si ser una heroína que logra sacar tiempo para todo fuera un consuelo. Pero el estrés que provoca “poder con todo” no lo podemos soportar todas, y las empresas lo saben. Por eso, a la hora de contratar o de promocionar, no se mira igual a una mujer con hijos (o en edad fértil) que a un hombre con hijos. Se sigue esperando de nosotras que seamos la principal cuidadora de éstos.
Eso algunas veces no nos permite desarrollarnos del todo como profesionales ni dedicar todo el tiempo que creemos necesario a tareas domésticas: pues muchas también hemos acabado absorbiendo esta expectativa, por desgracia. El resultado: una insatisfacción constante debida a la frustración de no poder llegar a todo lo que queríamos llegar o a lo que otros querían que llegáramos. Una sensación permanente de hacerlo todo a medias. No es casualidad que la mayoría de contratos a jornada reducida se reserven a las mujeres. Ni que más del 75% de los cargos directivos sean ocupados por hombres.
Por si fuera poco, en el trabajo también nos tenemos que enfrentar a problemas que, por norma general, nos repercuten más a nosotras: el acoso sexual, los despidos por maternidad o cobrar menos que nuestros homónimos masculinos son buenos ejemplos. ¿Veis por qué he dicho al principio que nada de esto me sorprendía?
fuente: http://www.proteccion-laboral.com

viernes, 10 de febrero de 2017

Nuevas tendencias europeas para mejorar la conciliación del empleado

Hoy venimos a traerte una selección de algunas de las nuevas tendencias que están triunfando en Europa. No vamos a hablar de tele trabajo, un hábito y forma de trabajar que ya es de sobra conocida para la gran mayor parte de los empleados (aunque no siempre se lleve a la práctica), si no que vamos a mostrarte 2 nuevas medidas que se están poniendo de moda y extendiendo en Europa.

Job sharing

Consiste en compartir cargo, funciones y responsabilidades, pero en un horario repartido.
Por ejemplo: en el caso de Marta y Jesús, directores de una empresa del sector bancario. Marta trabaja de lunes a miércoles y Jesús de miércoles a viernes. Ese día que coinciden en la empresa lo aprovechan para hacer un balance y análisis del trabajo realizado y futuro y poner sobre la mesa los aspectos comunes.
En la mayoría de los casos el trabajador sí que sufre una reducción de su salario, sin embargo, muchos lo prefieren ya que así disponen de mayor tiempo para estar con los suyos o simplemente para dedicárselo a sí mismos y vivir más satisfechos.

Reducción de jornada

Mientras tanto, otros gerentes optan por reducir el número de horas de trabajo, pero en este caso sin que se reduzca su salario.
Por ejemplo, Andrés, ingeniero industrial. ¿Cómo es posible que siga cobrando lo mismo si trabaja menos horas?
Porque en muchas empresas los gerentes valoran y retribuyen a sus empleados por el trabajo que realizan en función de los objetivos marcadoscentrándose, así, en sus niveles de productividad, evitando fomentar ese mal endémico tan extendido que es el presentismo.

En España todavía tenemos un largo camino que recorrer antes de poder ver cómo se ponen en práctica, ya que todavía son muchas las empresas y gerentes que no confían en que estas prácticas puedan implicar un mayor rendimiento, tanto para la compañía como para el trabajador.
Sin embargo, algunas ya han comenzado a implantar la flexibilidad en sus compañías, como por ejemplo Santander, que permite que sus empleados puedan comenzar su jornada laboral entre las 8h y las 10h de la mañana.
En Affinity, Barcelona, también está permitido acudir a trabajar con su perro, pero es un caso excepcional, ya que esta práctica es más frecuente en Europa, concretamente en Alemania. Una rutina, por cierto, beneficiosa también para los compañeros del dueño de la mascota, ya que genera buen ambiente en la oficina y mejora el clima laboral. Así sucede también en The Cocktail:

Maggie en uno de sus primeros días aprendiendo a utilizar el portátil en The Cocktail. Todavía era una inexperta y se mostraba muy tímida entre sus compañeros.
Algunos de los espacios que resultan más útiles y aprovechables para los empleados en la oficina son: comedor en la empresa, gimnasio, sala soft-seating, cafetería, guarderías…
Equipar las oficinas con este tipo de espacios supondría un gran avance y ahorro para empresas y trabajadores, ya que también evitaría un gran número de dificultades al empleado a la hora de conciliar vida laboral con vida privada, y que, por tanto, permitiría mejorar su calidad de vida.
¿Qué te parecen estas nuevas (y algunas no tan nuevas) medidas que se están poniendo en práctica en muchas empresas de España y de Europa?
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com