El mes que cerramos hoy se caracteriza, entre otras muchas cosas, por su larga oferta de festivales, conciertos y otras actividades de ocio en el exterior, debido a un clima que favorece la asistencia a los eventos outdoor.
La llamada temporada de festivales trae consigo una gran cantidad de obras de construcción o de montaje y desmontaje de escenarios e implementación de equipos acústicos. El proceso, a su vez, conlleva una serie de riesgos importantes para los trabajadores implicados.
Existen diversos documentos donde se detallan las normativas de PRL a las que deben estar sujetas estas actividades. En redacción contamos con el realizado por Comunidad de Madrid junto con UGT, CCOO y CEIM y el del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales. Su información es extensa, pero intentaremos repasar los puntos más importantes, antes de irnos de vacaciones, para que los que sigamos disfrutando de los “festis” este verano, también recordemos los riesgos a los que se exponen los trabajadores que hacen que sean posibles estos eventos.
Riesgos por contactos con líneas eléctricas
En este ámbito no es necesario estar directamente en contacto con los cables sino que se pueden producir descargas por el denominado arco eléctrico, cuya probabilidad aumenta cuanto mayor es la tensión. Por ello, se deberá evitar el contacto directo o proximidad de partes de la grúa con los cables del tendido, instalando elementos que delimiten las zonas seguras de trabajo. A su vez, se deberá informar a todas las personas implicadas sobre los peligros derivados de la presencia de la línea eléctrica.
Riesgo durante la manipulación de los elementos a montar
Dado a su peso y dimensiones, es necesario utilizar equipos de elevación de cargas que exponen al trabajador a riesgo de vuelcos del equipo o de la caída del material transportado y aplastamiento debido a ésta. Hay una serie de factores a considerar para seleccionar los equipos de elevación adecuados: la propia carga; su masa, centro de gravedad y puntos de presión; dónde se encuentra situada y dónde se deberá descargar; las condiciones ambientales y la experiencia y formación de los operarios que realizarán la acción.
Para garantizar la seguridad de los equipos de elevación, éstos deberán almacenarse en un lugar donde no puedan oxidarse o deteriorarse de cualquier otra manera. Asimismo, antes de cada uso se deberán revisar, así como un mínimo de una vez al año.
Riesgos debidos al trabajo en altura
El montaje e iluminación de las estructuras hacen necesario el trabajo en altura. Los operarios se enfrentarán al riesgo de caída. Para evitarlo, el trabajo debería llevarse a cabo desde elementos adecuados de acceso y posicionamiento. Además de la utilización de los EPI obligatorios, el trabajo en altura deberá limitarse a lo estrictamente necesario. Cuando no sea posible operar en el suelo, deberán tenerse previstos y dejarse instalados aquellos puntos de anclaje, líneas y otros elementos necesarios, tanto durante el montaje y desmontaje como para los accesos necesarios previos y mientras tenga lugar espectáculo. Por supuesto, el personal deberá estar formado en PRL en este ámbito tanto en general como para el evento específico.
Riesgos debido a la caída de objetos
La caída de altavoces o focos también puede herir a los trabajadores. Para evitarlo, sobre las estructuras principales se emplearán otras auxiliares, tales como armaduras (truss) que se mantienen mediante motores. Estos equipos deben ser adecuados según la reglamentación vigente y no se deberán utilizar de manera no recomendada por el fabricante. Como cualquier otra máquina de trabajo, también deberán ser revisados periódicamente.
Riesgo de sobreefuerzos
Los trabajadores tendrán que recibir las correctas instrucciones para la manipulación de cargas y equipos.
Cada evento tendrá su propio protocolo de seguridad. Por lo que estas son unas normas genéricas. Aun así, éstas son comunes en todo tipo de montaje de escenarios y, por lo tanto, deberán ser respetadas por todos las empresas implicadas en el procedimiento.
Pero aun teniendo unas normas muy específicas, algunas empresas subcontratadas para el montaje de los equipos “no están haciendo los deberes en la prevención de riesgos laborales”. Un ejemplo claro, el pasado accidente mortal de un acróbata que trabajaba en el Mad Cool festival de Madrid. Sólo una semana después de que un trabajador perdiera la vida montando un escenario en Valencia. Los sindicatos ya han exigido que se esclarezcan las causas de ambos accidentes y acusan a los grandes festivales de desentenderse de sus trabajadores. Asimismo advierten sobre la menor inversión en prevención, formación y vigilancia en estos eventos, debido a la precarización de puestos de trabajo que está sufriendo el país.
Ya hemos visto que se trata de un trabajo peligroso. Con lo que recordamos, por enésima vez, la salud (y vida en estos casos) de los trabajadores está por delante del espectáculo. Ya no es un tema ético, también legal. Las empresas tienen la obligación de proteger.
Fuente: http://www.proteccion-laboral.com/los-peligros-montar-festival/
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